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miércoles, 29 de febrero de 2012

One-Shot: Bloody Pain

Dolía horrores.

El Scout miró hacia atrás, buscando la herida en su pierna. Sangraba bastante, e incluso podría asegurar que la bala le había roto el hueso. Frunció el ceño, sudando en frío, y golpeó con un puño el suelo:

-Puto Sniper con la puntería en el culo…

Musitó entre dientes. Esperaba poder sobrevivir antes de que alguien le rematase. Vio delante, a apenas un par de metros, su escopeta. Sólo tenía que arrastrarse un poco y recogerla, y luego… Bueno, ya vería. Al menos necesitaba tener algo con lo que defenderse. Se impulsó con un brazo, y estiró el otro. De pronto, un nuevo disparo le alcanzó la mano, y soltó un grito de dolor, sujetándosela con la sana:

-¡Jo-der!

Se encogió un poco, presa del dolor, hasta que se vio capaz de mirar a su alrededor. Estaba solo, por lo que al menos ningún enemigo más le molestaría. El problema es que tampoco había ningún aliado, por lo que se convertía en el único blanco expuesto. Recibió un nuevo tiro en el hombro, haciendo que el impacto le girase y se tumbase boca arriba. Apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza. Dolía, dolía muchísimo. Si al menos pudiese moverse y huir, tendría alguna opción. Abrió un ojo y alzó la cabeza, observando un puntero láser azul recorrerle el cuerpo. Lo hacía en un movimiento limpio, sin temblores ni vacilación, por lo que la teoría de un Sniper con poca puntería quedaba descartada.

“El muy hijo de puta está jugando conmigo…”

El vientre fue la siguiente zona en alojar una nueva bala, haciendo que su cuerpo se convulsionase momentáneamente con el impacto. Sólo salió un gemido de dolor esta vez, antes de que el Scout dejase caer la cabeza. Sus ojos azules buscaron el origen, pero no lo logró. De nuevo apretó la mandíbula, y se llevó la mano sana a la zona de la herida. Joder… A ese paso, acabaría por morir desangrado. Tosió, sintiendo en la boca un sabor metálico, y poco después sintió una sombra cernirse sobre él, tapando el sol que le daba en los ojos. Pudo girar la cabeza para ver el origen, el Sniper enemigo apuntándole directamente a la cabeza:

-Haz… lo… -Musitó.

No obstante, el francotirador no volvió a disparar. En vez de eso, apartó la mirilla de su ojo y se aproximó unos pasos. Con la cabeza cubierta por una capucha y un pañuelo, el Scout tan sólo pudo ver un par de ojos verdes, casi felinos, mirarle desde su ventajosa posición. Dirigió el cañón hacia la entrepierna, y ahí disparó, haciendo que el más joven soltase un nuevo grito de dolor y se convulsionase:

-P… Po… r… ¿qué…? –Logró musitar, con lágrimas recorriendo las sucias mejillas.

Pero el Sniper no contestó. Ni siquiera había placer, ira o algún sentimiento similar en su mirada. En vez de eso, caminó unos pasos, y le dio una patada en la cara con la puntera de la bota, doblándosela hacia el otro lado. El Scout escupió sangre, y creyó sentir que también una muela:

-N… no s… se su… pone… q… que… eres… u… un… p… pro… fesio… nal…

Le costaba horrores hablar, e incluso el simple hecho de respirar le dolía. Aún así, pudo llegar a pensar que, si le provocaba, quizás se picase y le rematase de una vez. Pero no había sido así. En vez de eso, el Sniper siguió caminando alrededor de su cuerpo, hasta encontrar la mano herida. La pisó, y giró el talón con saña, haciendo que nuevos gritos y gemidos de dolor brotasen de la garganta del Scout. Tras repetir el gesto un poco, se detuvo, y se acuclilló justo al lado, fulminando al más joven con sus penetrantes ojos:

-J… Joder… M… Máta… me… u… una vez…

El Scout le devolvió la mirada, y se la sostuvo, jadeando, durante unos segundos. El Sniper seguía en silencio, esta vez sin moverse ni reaccionar. Aquello le estaba poniendo muy nervioso, y no pudo evitar que nuevas lágrimas de dolor y frustración brotaran de sus ojos azules:

-Qué… c… coño quie…

No llegó a terminar la frase, y de pronto sus ojos se abrieron como platos, mientras una mueca de sorpresa y terror se dibujaba en su desfigurado rostro. Su cuerpo tembló de nuevo, esta vez no sólo de dolor:

-Tú…

El Sniper enarcó ligeramente una ceja, como primera reacción durante todo aquél tiempo. Una vez se aseguró de que su víctima le reconoció, volvió a ponerse en pie, y a caminar a su alrededor. El Scout tembló con más fuerza:

-O-Oye… E-Entiendo… que… estés ca-cabre… ado… P-Pero… Y-Yo sólo… cum… cumplía órdenes… -Sollozó- S… Se le… consideró… un tr… traidor… a… nuestro… equipo…

Sintió el cañón del rifle acariciar fríamente su cabeza y mejilla, y sollozó más fuerte:

-P… Por favor… Ni siquiera l-le conocía r-realmente… Me… me importa… una mierda… con quién s-se… acosta… tase… o no… -Tosió, escupiendo un poco de sangre- S-Si me… me negaba a… cumplir la o-orden… de ma-matar a n-nuestro Spy… me… me conside… rarían… otro t-traidor…

De nuevo cerró los ojos, sin recibir respuesta más allá de los pasos del Sniper a su alrededor, como un depredador acechando a la presa malherida. Sencillamente, esperando el momento de dar el golpe de gracia. Ni una palabra, ni un golpe o disparo. Y eso terminó por poner de los nervios al Scout:

-¡OH, VAMOS, TÚ HABRÍAS HECHO LO MISMO!

Aquél grito, no obstante, fue demasiado esfuerzo para él. Comenzó a toser con fuerza, y se dobló, con un gemido de dolor. El Sniper le dedicó una mirada de reojo, fulminante, y se detuvo. Contempló al Scout revolverse sobre su propio charco de sangre, entre toses, quejidos, jadeos y sollozos. Tras unos segundos, se apartó:

-M… Medic… -Musitó el más joven, sin apenas ya fuerzas. ¿Por qué nadie más aparecía allí?

De pronto, una caja pesada cayó firmemente a su lado, un botiquín grande. Lo observó con expresión sorprendida, y a continuación al Sniper. Ignorando dicha sorpresa, éste le dio la espalda, y se alejó de allí, dejando al Scout a solas. Éste esperó unos segundos y, una vez se vio capaz de reaccionar, prácticamente se abalanzó sobre el botiquín, comenzando a tratarse las heridas mientras musitaba repetidamente “Gracias”. No se dio cuenta de que, a los pocos segundos, apareció un puntero láser azul en su frente, y cuando más agradeció el joven las ganas de vivir, que había vuelto a nacer… Sintió la bala atravesar su cabeza, antes de que todo se volviera oscuro.

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