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lunes, 27 de febrero de 2012

Bad Blood: Capítulo 03

-¡Todo despejado! ¡Al punto!

Es Scout de BLU ya se encontraba sobre él antes de que lo dijera el Soldier, una vez el Heavy de su equipo se había encargado del Demoman enemigo y, por tanto, de las bombas-lapa. Gracias al trabajo organizado y a la supercarga, que distrajo a los demás rivales de lo que hacía el resto del equipo, habían despejado la zona y ganado unos valiosos segundos para cumplir con la misión:

-¡Vamos, vamos! –Exclamó el joven, casi saboreando ya la victoria.

-¡No tan rápido, gusanos!

Un misil impactó en el punto, haciendo que el cuerpo del Scout, o mejor dicho sus trozos, saliesen desperdigados en todas direcciones. El Soldier de RED aterrizó a continuación en la zona de la explosión, encarándose al Heavy y al Medic. El primero comenzó a disparar, mientras el segundo se parapetó tras el enorme cuerpo:

-¡Necesitamos ayuda aquí! –Exclamó el germano.

Buscó un momento alrededor a sus aliados con la mirada, pero pronto una descarga de escopeta a sus espaldas le hizo centrar su atención en el origen para poder esquivar la mayor parte de los daños. Era el Scout de RED, con el ceño fruncido y la mandíbula tensa, que saltó a un lado y volvió a dispararle:

-¿Me recuerdas, Matasanos de mierda?

El Medic no respondió, sino que trató de ocultarse de nuevo tras el Heavy, el cual ya había rematado al Soldier y trató de alcanzar al escurridizo Scout.

“Se están regenerando con demasiada rapidez…” –Pensó el doctor. Con lo cerca que estaban de la victoria, y tan poco tiempo que les quedaba…

-“La misión terminará dentro de sesenta segundos.”

-¡Tenemos que aguantar, doctor!

-¡Lo sé, lo sé!

Siguió esquivando las balas del joven mercenario, buscando una oportunidad de poder acercarse y pisar el punto, mientras el ruso hacía lo posible por alcanzarle con los proyectiles de su ametralladora. Pero, por más que el doctor miraba a su alrededor, no veía al resto de sus aliados. ¡Pero si estaban allí hacía apenas unos momentos! A menos que… Abrió los ojos como platos, al darse cuenta, y se volvió hacia el Heavy con el corazón en un puño, justo a tiempo de ver una silueta roja aparecer tras él:

-¡Spy!

Pero el aviso llegó demasiado tarde. Observó impotente cómo el voluminoso cuerpo del Heavy se tensaba al recibir la puñalada, antes de caer al suelo. Jadeó a través de la mascarilla, y se volvió hacia el punto, vacío en esos momentos: Era su única oportunidad, si quería darle a su equipo una oportunidad de victoria. Se giró de nuevo a tiempo de evitar la puñalada del Spy, le empujó de una patada y desenfundó su Blutsauger, para correr hacia atrás y disparar tanto al enmascarado como al Scout. No se dio cuenta del misil que se dirigió hacia él por detrás, hasta que impactó en el suelo a sus espaldas, y la onda expansiva le empujó de nuevo hacia delante. Cayó de bruces en el suelo, justo al lado del cadáver del Heavy, y sintió pasos tras él, de los mercenarios de RED que se metían directamente en el punto para defenderlo a la desesperada:

-“La misión finalizará en 30 segundos.”

“Se acabó…”

El Medic permaneció tumbado boca abajo, aturdido por la explosión, y tratando de permanecer inmóvil. Al parecer le habían dado por muerto, aunque… ¿De qué le iba a servir? No les daría tiempo a sus aliados a llegar a tiempo para capturar el punto. Tenían la batalla prácticamente perdida… Abrió los párpados, y sus ojos esmeraldas se posaron en el charco de sangre que se formó donde había muerto el Heavy. Todavía tenía una opción. No le gustaba recurrir a ella, pero la victoria dependía de ello… Su futuro dependía de ello. Rogando que nadie se diese cuenta de que seguía vivo, se bajó la mascarilla con una mano, descubriendo un rostro más joven y alargado, propio de alguien que rozaba la treintena, y la otra la aproximó al charco carmesí. Mojó los dedos en éste, y se los aproximó a la boca. Tragó saliva, reprimiendo las náuseas, cerró los ojos, y lamió la sangre que mojaba su guante.

[…]

-¡Buen disparo, Soldier!

El Scout de RED alzó el pulgar, con una sonrisa. No había rematado él al Medic, pero al menos le hizo pasar un mal rato. Eso sí, en cuanto ganasen la ronda, iría a buscarlo y le metería tanto plomo en el cuerpo que no sabría si echarlo por la boca o por el culo. Recargó la escopeta, y le dedicó un guiño al Spy:

-Y buen trabajo de equipo.

-Lo mismo digo, mon petit. –Respondió el francés, con una sonrisa.

-¡Deja de llamarme así! –Replicó el más joven, arrugando la nariz.

El enmascarado se limitó a reír, terminando con un leve ronquido, aunque pronto relajó la expresión, mientras desenfundaba su revólver:

-Queda poco, así que no bajemos la guardia.

-¡Ah, vamos! El punto está blindado, ya no les dará tiempo a quitárnoslo, o tan siquiera a intentarlo.

El Scout señaló con el pulgar por encima del hombro para remarcar sus palabras. Casi todo el equipo RED se encontraba allí:

-Aún así no nos confiemos. Sólo por si acaso.

El Spy se llevó un nuevo cigarrillo a los labios y le prendió fuego, mientras el Scout asentía y buscaba a su alrededor. Alzó la mirada en un momento, por si hubiera algún Sniper, y vio de pronto algo que no esperaba encontrarse en aquél páramo: Posada en un foco exterior, había una lechuza blanca. El joven enarcó una ceja, y sus ojos azules acabaron encontrándose con los negros del ave:

-“¡La misión finalizará en 10 segundos!”

El Scout sintió un escalofrío, sin explicarse el por qué. Sólo era un estúpido pajarraco grande que le estaba mirando fijamente… ¿Por qué, entonces, le ponía nervioso?

-¡Bah! Puto saco de plumas…

Cambió la escopeta por la pistola, y no dudó en apuntar hacia la lechuza. Desde aquella distancia probablemente no la mataría, pero contaba con, al menos, espantarla:

-¡Ya vienen!

El aviso le sacó de su ensimismamiento, y se volvió hacia las escaleras que conducían hacia el punto, por donde debería venir al menos el grueso de BLU. Cambió el arma de nuevo, esperando:

-“¡Cinco! ¡Cuatro! ¡Tres! ¡Dos! ¡Uno…! ¡Tiempo extra!”

-¡Ah, no jodas…!

El Scout resopló, y no pudo evitar alzar de nuevo la mirada, aunque la lechuza ya no se encontraba en su sitio. La buscó un poco, pero no la localizó, y acabó encogiéndose de hombros. De pronto, un grito desgarrador sonó a sus espaldas, y el joven se volvió, soltando un “¿Qué…?” sorprendido, a tiempo de ver el cadáver ensangrentado del Demoman caer a sus pies. El sonido de algo desgarrando carne le hizo alzar la mirada, y la escena que vio en el punto le heló la sangre.

El Medic de BLU se encontraba allí, de perfil a él. La pregunta de por dónde había llegado quedó enmudecida en la mente del Scout al comprobar por qué el doctor tenía un brazo estirado: En la mano empuñaba una Ubersaw, y ésta atravesaba de lado a lado al Soldier de RED. Pero lo que realmente impactó al joven fue ver que la punta del arma se encontraba, además, clavada en el pecho del Pyro, a la altura del corazón. Nunca, jamás, había visto ningún Medic con tanta fuerza para atravesar DOS cuerpos de un solo golpe. El doctor tiró hacia atrás, desclavando la Ubersaw, y ambos cuerpos cayeron inertes al suelo sobre su propia sangre. El Medic le dio entonces la espalda, para encararse al Heavy y al Medic de RED que aparecían en esos momentos. El ruso frunció el ceño y comenzó a disparar, pero el sanador de blanco y azul se movió a una velocidad que podía competir perfectamente con la del Scout. Le vio decapitar al Medic contrario con la misma facilidad con la que un cuchillo caliente cortaba la mantequilla, y abrir en canal al Heavy de un tajo ascendente. No contentándose con ello, de un salto se subió a los amplios hombros, apoyando en éstos las botas militares. Le clavó la Ubersaw en la cara, la giró con saña (el grito desgarrador del ruso indicaba que seguía vivo) y la volvió a sacar de un movimiento seco. Se impulsó para saltar, cayendo el enorme cuerpo tras él, y aterrizó sobre el punto. Fue entonces cuando el Scout, al fin, le vio el rostro. Se encontró con una sonrisa amplia y sádica, con el rostro y el yelmo espiral salpicados de sangre, así como la ropa. Nada que no hubiera visto ya antes el más joven. Pero lo que realmente le dejó congelado en el sitio fue su mirada: Un par de ojos esmeraldas se clavaban en el Scout, con las pupilas ligeramente dilatadas. Una mirada escalofriante, desquiciada… Inhumana. Era como la de un depredador muerto de hambre, una bestia completamente fuera de control. El Medic amplió la sonrisa, y alzó la Ubersaw, lamiendo despacio su filo manchado de sangre:

-Komm, kleiner Hase ... Komm und hol mich jetzt*

El Scout sintió fallar sus rodillas, incapaz de reaccionar. ¿Qué cojones le estaba pasando? Sintió de pronto unas manos invisibles posarse en sus caderas, y percibió un susurro urgente con marcado acento francés a través del cuero del casco que cubría su oreja:

-¡Corre!

Las manos le empujaron hacia un lado, y eso hizo que, finalmente, sus piernas reaccionasen: Corrió, sin rumbo fijo, buscando tan sólo alejarse todo lo que pudiera de aquél… Monstruo. No tardó en oír la voz de Administrator, en una última sentencia:

-“Fallasteis.”



*Ven, pequeña liebre… Ven a por mí ahora.

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