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jueves, 23 de febrero de 2012

Bad Blood: Capítulo 02

-“¡Cinco minutos para terminar la misión! ¡Cinco minutos!”

Cinco minutos podían ser mucho tiempo, o poco, dependiendo de la situación, el momento y el punto de vista de cada uno. A RED se le iban a hacer eternos. Habían perdido el primer punto de control, y el último lo defendían con uñas y dientes. Estaban logrando mantener a BLU a raya, pero… ¿Por cuánto tiempo resistirían? Pues los ataques de éstos también resultaban brutales. El Engineer del equipo rojo vigilaba todo el tiempo sus construcciones, mientras el Pyro le ayudaba a protegerlas de Spies enemigos. El Soldier y el Scout iban al ataque, uno a media distancia y el otro a corta, para entretenerlos el mayor tiempo posible y evitar su aproximación al punto. El Demoman los ayudaba tras colocar bombas-lapa estratégicamente cerca de éste. El Spy se iba colando entre las filas enemigas, combinando su invisibilidad con sus disfraces para sorprender a algún azul distraído y asesinarle de una puñalada certera. El Heavy y el Medic permanecían cerca del punto, apoyando al Engineer en su defensa, y el Sniper, en la retaguardia, alternaba entre volar la tapa de los sesos a quién se pusiera a tiro y meterse en un duelo de francotiradores con el de BLU. En eso se encontraban ahora, el de uniforme azul teniendo al contrario en el punto de mira. Disparó, y se apartó rápidamente a un lado, no siendo alcanzado por apenas unos milímetros. Parapetado fuera del punto de mira de su rival, aprovechó para prestar más atención al comunicador, por donde iba percibiendo las voces de sus aliados:

-¿Cuál es la situación del enemigo? –Preguntó el Soldier.

-Centinela nivel 3 a la derecha –Respondió el Spy- con Engineer y Pyro. Heavy y Medic a la izquierda con supercarga lista. Y el punto plagado de bombas.

-¡Que alguien se cargue al puto Sniper! –Gritó de pronto el Demoman, cabreado.

-Me encargo de ello –Respondió el de BLU- . Lo tengo localizado.

-Agradecería si alguien pudiese distraer o alejar al Pyro de las construcciones. Así podría sabotearlas más fácilmente.

-Si dejas el centinela fuera de combate, puedo encargarme del Pyro antes de que te queme el culo. –Propuso el Scout.

-El problema siguen siendo el Heavy y el Medic, nos estorbarán.

-Nuestro Pyro puede encargarse de ellos –Replicó el Soldier- . Que el Demoman os ayude con las construcciones. La parejita para el Pyro y para mí. ¿Afirmativo?

-¡Hmmpf! –Se oyó por respuesta por parte del pirómano.

-¡Dalo por hecho! –Exclamó el Demoman.

-¿Me encargo entonces del punto? –Preguntó el Scout.

-Sí, el doctor y yo te cubriremos. –Habló por primera vez el Heavy.

-Deberría tener la carga lista en… Medio minuto, aprroximadamente. –Añadió el germano.

-Y yo creo que, al final, podré encárgame del Pyro enemigo y sabotear las construcciones. –Añadió el Spy.

-Bien: Ya tenemos un plan –Retomó el Soldier- . Todos a sus puestos. Actuaremos cuando yo de la señal. Si no hay dudas… ¡En marcha!

[…]

El Engineer de RED recargó de nuevo su centinela de un certero golpe con su llave inglesa. Tras él, el Pyro usaba a menudo el lanzallamas cerca de las construcciones y los alrededores para asegurarse de que no había ningún Spy rondando. Los sonidos más cercanos eran los de su centinela en reposo, limitándose a escanear los alrededores, y los disparos entre el Sniper de su equipo y los del contrario, que parecían estar disputándose quién era el mejor. Pero, aparte de eso, el punto estaba tranquilo… Demasiado tranquilo:

-Se están organizando… -Murmuró para sí el genio mecánico, con su suave acento tejano. Miró por encima del hombro, volviéndose hacia el Pyro, y alzó un poco más la voz para hacerse oír- No bajes la guardia, amigo. Vendrá algo más gordo.

El aludido alzó un pulgar y musitó algo, a modo de confirmación. El Engineer asintió, y volvió de nuevo la vista al frente. Guardó en su cinturón la llave, y desenfundó su Justiciera. Si alguien osaba acercarse, no iba a probar sólo su centinela. Vio que, al otro lado, el Heavy y el Medic de RED se mantenían también en guardia, el ruso sin dejar de apuntar a su alrededor con la ametralladora. Una buena defensa. No perfecta, pero esperaba que suficiente.

Un nuevo disparo de rifle, y se oyó un grito de dolor proveniente de la torre de RED. “Demasiado lento esta vez, amigo”, pensó para sí el ingeniero. De nuevo, el Soldier y el Scout avanzaban para intentar evitar que el enemigo avanzase, y el Demoman se movía por los alrededores, demasiado aburrido para quedarse parapetado en el mismo lugar. Las bomas-lapa permanecían en el punto en sí, listas para ser detonadas en cualquier momento. De pronto, el ingeniero oyó unas explosiones, y vio volar por los aires el cuerpo del Soldier, que aterrizó inerte sobre el punto. El Scout fue el siguiente, y pronto fue detrás una lluvia de granadas azules:

-¡Ya llegan!

Todo ocurrió entonces demasiado rápido.

Apenas el Engineer terminó de exclamar aquello, la señal de su PDA y un sonido demasiado familiar le alertaron de lo que más temía: Su centinela inclinó los cañones hacia abajo, envuelta por rayos eléctricos provenientes de un zapador que tenía en un costado:

-¡El Spy sabotea mi centinela!

¿Qué había pasado con el Pyro? Buscó a su alrededor, mientras desenfundaba la llave inglesa y retiraba el zapador. Pero apenas lo hizo, vio cómo el propio Pyro de su equipo se aproximaba y colocaba otro:

-¡Tú! ¿Cómo le has matado sin que me ente…? Oh, veo…

Cómo odiaba ese puñal llamado Eterna Recompensa, que hacía que un Spy pudiese matar silenciosamente a su víctima, y suplantarla al momento. Pronto el Engineer se vio en una pelea personal con el falso Pyro, retirando cada zapador que éste volvía a colocar, tanto en el centinela como en el dispensador, y rogando para que alguien de su equipo pudiese echarle una mano. Pero eso no fue posible, y en breves momentos que percibía apenas de reojo, fue intuyendo por qué: El Pyro de BLU lanzaba al Heavy contrario por los aires, mientras el Soldier bombardeaba al Medic. Más figuras azules se movían hacia el punto, pero algo más urgente captó la atención del Engineer: Bombas-lapa azules alrededor suyo y de sus construcciones:

-Ah… Venga ya.

Lo último que sintió fue una brutal explosión.

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